lunes, 23 de diciembre de 2013

Palabras por los oficiales y tripulantes ascendidos 2013

Para este soldado infante de marina es un honor ser el portavoz de este puñado de valerosos marinos. Aquellos que fraguaron sus singladuras en medio del trajinar propio de la vida militar. Aquellos que, desprendidos y desinteresados amainaron su egoísmo para entregarse por completo a La Fuerza, a nuestra Armada, a nuestros buques, a nuestra Infantería de Marina.

Marineros a Cabos, Cabos a Sargentos, Sargentos a Suboficiales, Alféreces a tenientes de fragata, tenientes de fragata a tenientes de navío, tenientes de navío a capitanes de corbeta. Rangos que imprimen años de trabajo arduo, un esfuerzo que se ve reflejado día a día tanto en las operaciones militares que ejecuta la IM en fiel cumplimiento de garantizar la integridad territorial y velar por la soberanía de la nación; y en las actividades en apoyo a la acción del Estado y de cooperación multinacional.

En cada rincón de la patria se puede, con sano orgullo, observar el flamante blanco uniforme en operaciones de apoyo a la acción del Estado, sean estas de apoyo y control de seguridad del Área Marítima , operaciones de control y protección de áreas estratégicas específicas y operaciones de apoyo a la gestión de riesgos.

En cada grado, cada marino de guerra ascendido, ha sabido, en base a las leyes y reglamentos, enrumbarse en el cumplimiento de las tareas que se desprenden de las misiones de cada reparto. Y no solo las misiones sino su visión que se alinea con la gran estrategia que hasta el 2017 tiene la Armada Nacional.

La contribución en el escenario, sea en el nivel táctico u operacional, permite que día, a día, a través de patrullajes, personal como el ascendido, haya comandado con estoicismo, responsabilidad y valentía las distintas unidades en el nivel que corresponde. A través del cumplimiento del Plan de Seguridad Integral y de Protección de los Espacios Acuáticos, alineado al más alto nivel de los documentos gobernantes de la Defensa y de la Seguridad Integral, en donde todos contribuimos a la misión de la Armada, redunda una vez más la importancia de las decisiones que cada uno de estos bravos marinos ha sabido tomar oportunamente en tiempo y espacio. Somos el detalle, somos quienes, en base a nuestro liderazgo, desde una escuadra hasta una compañía, gloriosamente hemos labrado el buen nombre de una Institución de más de cien años de historia. 

Y con esto y aquello, quiero ratificar un solo compromiso con la Patria, el compromiso de la VOCACIÓN MILITAR. Nosotros somos individuos que no nos manejamos al vaivén de intereses. Nos debemos a una Institución llena de tradiciones, cuyo uniforme y charreteras son lucidas por el simple hecho de que en lo más profundo de nosotros, en cada operación arriesgamos nuestras vidas. Y qué mejor morir con las botas puestas!. Botas que en su suela, llevan miles de millas navegadas, millas patrulladas. 

Bravos camaradas, quiero hacer eco, no de una barra más a nuestras palas, permítanme hacer eco de un marino que cree y que vibra con los aciertos de los que nos precedieron. Hoy más que nunca no podemos retroceder, la lucha es contra la vorágine que quiere destruir nuestros valores, aquellos enemigos que como diría Sócrates, son tan invisibles y poderosos, que nunca se sabrá siquiera quien preparó la cicuta. No importa! Estamos más vivos que nunca, dispuestos a cumplir con las decisiones de nuestra sabia superioridad Naval. 

La Armada, desde hoy, bajo el marco de esta fausta ceremonia, nos da la venia, para seguir con más fuerzas para marcar el ritmo de las operaciones. Somos formados para el combate, para la guerra. Hay dilemas que ahogan el alma, que oprimen el corazón sediento de justicia pero aún más sediento de respeto a quienes, fueron, son y serán, los herederos de Sucre, de Bolivar, de Calderón, de Morán Valverde, de Calle, Maldonado, y de toda la legión de bravos guerreros, que nos dieron lo más valioso que nutre al ser humano... La libertad. Fue sabio Juan Montalvo cuando nos compiló a hundirnos filosóficamente en los valores vitales del hombre y con exquisitez única citó en las Catilinarias: "La verdad es fuerte por sí misma; encendida con el fuego del patriotismo, arde sobre los culpables y consume a los enemigos de la libertad y las virtudes".

Cierto es que los contraataques mayores y menores de Corbett, hoy por hoy quedan sumidos en un pasado relativo, pero también es muy cierto que el presente absoluto está dado por una estrategia en que como militares obedientes debemos darle a la razón que emana de principios universales, en donde más allá de una epistemologia al pensamiento, su dinamismo  radica a qué atenernos en el mañana, en donde el futuro promisorio radicará en la libertad que queramos darle a nuestra alma, y que se imprime en las acertadas decisiones de todos, y no sólo de nuestros comandos. La cooperación radica en la confianza, en la clarividencia del espíritu de los hombres que empuñamos las armas, en el respeto a sus raíces, en el apoyo y reforzamiento de su credibilidad.

Camaradas, hoy rendimos homenaje al valor, a la vocación del ser humano, a la devoción a la Patria, a la perseverancia en el fiel cumplimiento del deber. No son abstractos ni ideales, son evidencias de lo que somos y si Dios lo permite seguiremos siendo.

Gracias Creador por el aliento para seguir avivando en esta impertérrita Planchada, gracias porque sino hubiéramos sido bendecidos y cubiertos con el manto de tu misericordia, no estuviéramos airosos de fe y esperanza para mejores días en nuestra filosofía de vida, ser Marinos de Guerra de la Armada del Ecuador.

No quiero dejar de empuñar la pluma, sin el grato reconocimiento a padres, hijos y familia. Amigos, camaradas y compañeros. Nadie, absolutamente nadie estaría firmes luciendo su nuevo rango sin su silencioso apoyo. Loor a ustedes, porque éste es el día de todos nosotros!.

Damas y caballeros!